jueves, 20 de octubre de 2011

Ayer, mientras navegaba por internet pensé en buscar en google cuales habían sido los mapas más grandes de la historia de los videojuegos. Yo me he quedado en videojuegos con mapas que para mí eran ya bastante grandes, como los de GTA: San Andreas o The Elder Scrolls III: Morrowind. Pero la historia está plagada de mapas que dejan ridículamente pequeños a éstos mapas. Tamaños que llegan a los cientos e incluso a los miles de kilómetros cuadrados.

Desde siempre me han gustado los grandes espacios libres que recorrer, me parece que aportan mayor libertad al videojuego. Los grandes espacios me ayudan a evadirme del juego en sí y puedo concentrarme en admirar el entorno, el diseño del juego y el apartado gráfico de los grandes escenarios. Jugar a videojuegos como Oblivion, con los grandes bosques y ciudades, no está tan lejos de lo que sería pasar un día haciendo senderismo, paseando por el campo y admirando los árboles, las montañas, los desfiladeros, los ríos o admirando la arquitectura de las ciudades y el diseño del entorno urbano.


Lo cierto es que precisamente no todos los jugadores son como yo, la mayoría de los jugadores suelen buscar la acción continua y eso de pasear por grandes espacios vacíos puede llegar a sacarles de quicio y aburrirles, haciendo que en muchos casos abandonen el juego.


Hay gente que opina, y no les falta razón, que algunas compañías de videojuegos hacen mapeados inmensos  hasta rozar el absurdo para ampliar de manera artificial la jugabilidad de un juego. Lo cierto es que no es muy difícil descubrir si un videojuego tiene un mapa muy extenso porque está cargado de jugabilidad o por ésta segunda razón. Por ejemplo, si se quiere disimular cierta mediocridad o falta de recursos de un videojuego basta con repetir hasta la saciedad la misma situación. Ésto se ve claramente en ciertos videojuegos online que llenan un mapa de una cantidad inmensa de enemigos para así dar una sensación de mayor jugabilidad o que hacen repetir al jugador una y mil veces la misma misión con ninguna o pocas variaciones. También hay mapas muy grandes pero en los cuales un accidente geográfico o un detalle se repite hasta la saciedad, como si los desarrolladores hubieran creado el mapa con una herramienta de "copiar-pegar". 

Así, podemos encontrarnos escenarios diseñados mediante "modelos" que se repiten una y otra vez. El caso más visible es el de los árboles, todos iguales. O una ciudad en la que casi todas las casas son idénticas, así como diferentes ciudades en las cuales el diseño del interior de las casas son todos iguales, por ejemplo "modelo del interior del ayuntamiento", "modelo del interior de la casa del campesino" "modelo del interior de la casa del noble" "modelo del interior de la iglesia". Así por ejemplo se puede desarrrollar sobre pocos modelos de ciudades un gran mapa con una gran cantidad de ciudades en la que se repiten los mismos esquemas pero con diferentes "situaciones" o "misiones" para el jugador. 


King of kings 3: todos los escenarios son muy parecidos, los árboles son iguales (Copiar pegar)
 y hay infinidad de enemigos  con los que acabar una y otra vez
Ésto es bastante decepcionante para el jugador que no obtiene "recompensas visuales" al avanzar en el juego. Yo creo que uno de los grandes incentivos para muchos de los que jugamos a videojuegos es descubrir los nuevos escenarios que nos esperan, explorar los escenarios es una de las mayores  virtudes de los videojuegos, ya que permiten al jugador introducirse en un mundo mucho más dinámico y vivo, aumentando de este modo la interactividad. El jugador espera un producto en el cual pueda disfrutar de la misma o incluso mayor posibilidad de variantes de la vida real, no de menos.


Existen algunas cualidades que todo buen mapeado de videojuegos debería tener, ésta no pretende ser una lista completa pero que contempla alguna de las cualidades y características más importantes:
  • Una característica muy peculiar de la mayoría de los mapeados es que no representan una realidad, sino una abstracción de la vida real, así lo que en la vida real serían cientos de kilómetros de extensión, en un videojuego se puede reducir a apenas 20 kilómetros cuadrados, como es el caso precisamente del GTA San Andreas, donde en éste reducido espacio hay una abstracción de prácticamente todo el oeste de Estados unidos, con un desierto (desierto de Nevada), montañas (las Rocosas), bosques, ciudades (Las Vegas, San Francisco y Los Ángeles) y un océano (Pacífico) que rodea todo el mapa con forma de Isla, además de otros detalles como el área 51 o la presa Hoover.
Mapa de Grand Theft Auto: San Andreas
  • Todo buen mapeado debería estar bien detallado: la falta de elaboraciónde un mapeado, ya sea por limitaciones gráficas del juego o por una falta de trabajo por parte del desarrollador, puede convertir una experiencia única como es el disfrute de los paisajes de un videojuego, en un recorrido tedioso y aburrido que llevará al jugador a abandonar el juego. Un buen ejemplo de ésto es King's Quest VIII, es cierto que el juego es de 1998, pero apenas hay nada con lo que interactuar y además el mapeado es realmente feo, simple y repetitivo, por no hablar de la jugabilidad y físicas del personaje, que son realmente malas.
King's Quest VIII. Jamás he jugado a un juego más aburrido
  • El mapa no sólo debe estar detallado, sino que debe ser interactivo: Un mapa demasiado extenso y sin interacciones puede llevar al jugador al aburrimiento, realmente sería una pena que un buen mapeado sea estropeado por la falta de jugabilidad. Un buen ejemplo de mapeado bien elaborado pero escasamente interactivo puede ser el de los videojuegos de la saga Myst. Los escenarios son de los más bellos de la historia de los videojuegos, sin embargo,lo puzzles son tan complicados y la interactividad tan escasa que el juego se vuelve muy aburrido. En algunos casos la escasa interactividad en mapeados inmensos puede estar justificada si ésto tiene que ver con el propio sentido del juego o su realismo, es decir, si forma parte intrínseca de la jugabilidad y la historia del juego. Es el caso del Shadow of the Colossus, muchos jugadores se quejan de que hay que estar mucho tiempo recorriendo páramos desolados a lomos de un caballo (por suerte tienen un caballo, en otros juegos hay que ir a pie) para dar finalmente con el coloso. Pero lo cierto es que es así como el juego fue diseñado, ya que son los propios colosos los que han provocado esa terrible desolación. Además, la espera hace que el encuentro sea mucho más intenso y esperado, metiéndonos mucho más en la lucha con el inmenso coloso. Además, esas largas esperas nos permiten admirar con tranquilidad los inmensos paisajes diseñados por el Team Ico.  
Shadow of the Colossus: cabalgando a través de un inmenso páramo

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